que esa falla entre tu pecho y tu brazo
No voy a intentar ser objetivo en ésta vez. Esperaba con ansías e ilusión el libro del que voy a hablarles en esta ocasión.
Leí con mucho entusiasmo el nuevo poemario de Luis Olaf del Lago: “Habitáculo Palantir” (Librobjeto, 2023).
Debo decir que superó mi expectativa. Verán, Olaf es un amigo cercano desde hace unos años y he disfrutado leer sus poemas antes, pero la experiencia de leer un volúmen entero (por breve que parezca) de su escritura es totalmente distinta.
Desde la conformación del título por dos palabras: “Habitáculo” (Lugar limitado y cerrado que está destinado a ser habitado) y “Palantir” (una piedra con características muy específicas que viene del imaginario de Tolkien) que me conducen directo a dos obsesiones que le conozco al autor; la magia y el espacio (público y privado) que habitamos.
Entonces, me encontré en la lectura con el Olaf brujo, que además es un hombre de una sensibilidad nada común y al mismo tiempo un niño que despierta ternura.
Leí a la persona que observa lo que muchos pasamos por alto, al que se asoma en recovecos, en las paredes y entrepisos y que también voltea al cielo. Al que hace crónica de la ciudad y cartografías de habitaciones, hilandolas con recuerdos de una bella nostalgia o de una dolorosa separación.
En su escritura muestra un gran respeto por sus compañeros no-humanos: perros, duendes y los híbridos que a veces se le presentan (y a veces dudo que sea sólo en su imaginación).
Leí a ese Olaf que siempre quiero abrazar (y también al que, a veces, me da miedo).
Celebro este nuevo libro. Celebro esta amistad.
Puedes adquirir tu ejemplar de “Habitáculo Palantir” en la tienda en línea de Librobjeto Editorial.
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Luis Olaf del Lago (Imagen de su Instagram) |
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